
México siempre fiel
Miguel Ángel Hernández
Como un acto maquiavélico y que raya en el mal gusto, en el país donde todo es posible y lo descabellado es cosa de todos los días, en uno de los peores momentos desde el inicio del nuevo milenio, nos preparamos a recibir la visita del Papa Francisco.
Quizá el gobierno fallido encabezado por Enrique Peña Nieto, decidió hacer caso a sus críticos y decidió como medida desesperada que, solo la ayuda divina podría darle luz en este sexenio de oscuridad. No señor lector yo tampoco creo que los gobernantes busquen el bienestar social, ni mucho menos les doy la posibilidad de ser partidarios de la justicia divina o de que le teman a las abrasadoras llamas del infierno, pienso por otro lado en ellos como seres malignos y, si existiera una batalla entre los buenos y los malos, no le quepa duda que estos personajes de la política mexicana serian soldados y parte fundamental en las filas del despiadado Lucifer. Pero no quiero hablar de la milenaria e inagotable lucha entre ángeles y desterrados, más bien me gustaría fijar su atención en el itinerario del sucesor de San Pedro y su curiosa coincidencia con la vida política del país.

Soy una persona que está en contra de ofender la inteligencia y por el contrario, me gusta la franqueza y por tanto seré lo más directo posible; si usted es de los que desesperadamente buscaba la visita del Santo Padre para que le diera solución a los problemas de su estado, lamento decirle que no todos tendremos esa fortuna, disculpe usted el sarcasmo, sin embargo esta situación me causa las más grande de las indignaciones, como un amable gesto por parte del vaticano la visita del Papa Pancho coincide abiertamente con los estados en donde los gobernantes tienen interés en posicionarse hacia la carrera del 2018, como decía mi abuelo: “Soy ateo, pero me persigno por si las dudas”.
La visita comienza en la recién nombrada Ciudad de México, donde el Dr. Mancera no solo ha mostrado su interés en la presidencia, sino que ha sido capaz de mostrarse servil con el gobierno federal, aunque esto signifique darle la espalda a la ciudad de vanguardia, ganándose el titulo de represor y corrupto. En segundo lugar visitara la sucursal del infierno en la que se ha convertido el Estado de México, en donde tal parece que al Sr. Eruviel Ávila no le incomoda la narcoviolencia o la violencia de género que se vive a diario en su entidad, él como hombre de convicciones tiene su mirada fija en la silla presidencial. En tercer lugar y no por ello menos importante visitara en Chiapas al Güero Velazco, donde el conflicto con los profesores y los brotes de violencia no distraen sus megalómanos sueños de llegar a los Pinos. No es menos importante la visita a Michoacán donde más de una vez se tuvo el temor de un levantamiento armado real, pues el pueblo desesperado por la situación decidió tomar acciones contra los delincuentes, incluidas las autoridades corruptas; ya para cerrar su divino andar por este país, visitara al gran amigo de Peña y que aun no se descarta para el 2018, donde según varias fuentes el Sr. Cesar Duarte será el ocupante del despacho en Bucareli después de concluir su mandato y de esta forma posicionarlo como presidenciable para no llegar con pocas cartas a la contienda.

Todo este panorama me parece que aclara la utilización o la complicidad de parte de la máxima autoridad de la iglesia católica, con el único fin de distraer al pueblo y mantener en el candelero a los actores que no se cansan de gastar los recursos públicos para publicitar su imagen, no me molesta que se traiga esperanza a un pueblo ávido de justicia y paz, pero quiero confesar mi estimado lector, que me duele en lo más profundo de mi existir, que hoy después de miles de años de evolución sigamos evadiendo nuestra responsabilidad comunal y sigamos creyendo que la solución vendrá de un solo hombre “iluminado”, sin darnos cuenta que a través de la enajenación perpetuamos esta terrible y detestable forma de desigualdad social; quizá llegue el día donde entendamos que los políticos son nuestros empleados y los dirigentes religiosos son solo seres humanos…