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“EL PESCADOR”

Columna| Miguel Ángel Hernández 

Conflagración Nacional

En noviembre se entregó la medalla Belisario Domínguez al militar Gonzalo Rivas por efectuar un acto heroico donde salvó una gasolinera, eso debió advertirnos de las prioridades del gobierno, mientras personas como Juan López Trujillo quien solo salvó a casi una decena de niños en la guardería ABC, no fue considerado merecedor de dicho galardón.

En este país donde las cosas valen más que las personas no es de asombrarse que lo que menos interese es el futuro de los ciudadanos, alguna parte de México ya despertó, las protestas crecen y crecen, la policía hace ver su bárbarica preparación y el gobierno junto con los medios de comunicación tratan de tapar la liebre con su jorongo, en Ixmiquilpan han caído dos hombres que se atrevieron a levantar la voz, el gobierno los mató y el pueblo los recordara honrando su memoria de la mejor manera: luchando.

Decía mi abuelo “nada es más peligroso que la gasolina en manos de un pendejo” y nunca tuvo tanta razón como ahora, no me asombra para nada que el precio de la gasolina suba; en realidad era algo bastante lógico al dejar el negocio en manos de empresas transnacionales sin escrúpulos o de verdad usted creía ese estúpido discurso del monopolio de PEMEX, no me diga que en verdad usted creyó que al abrirse la competencia los proveedores iban a luchar encarnizadamente por que usted los prefiriera, en realidad la gasolina es un producto inelástico, no importa cuánto cueste, la gente de cualquier manera pagara por obtenerlo y ellos lo saben, ¿Cree que esa ambición desmedida permitirá que algún día el precio baje?.

Los argumentos para imponer la infame “Reforma Energética” eran por si mismo ridículos y altamente mañosos, nos decían que en el país no existía la maquinaria o el desarrollo tecnológico, nos dijeron que el petróleo ya no era negocio y que PEMEX no tenía dinero, también nos dijeron que no teníamos la capacidad para invertir en PEMEX o que teníamos que dejar de depender del petróleo, nada de esto es cierto y todas eran excusas tan baratas como la clase de nuestra primera dama , porque déjeme explicarle cada  punto:

-La maquinaria se puede comprar o rentar según sea el caso.

-Si  fuera cierto que el petróleo ya no es negocio entonces ¿Por qué esas empresas con fama de predadoras corrieron a arrebatarnos ese “mal negocio”?

-PEMEX efectivamente tenía una carga fiscal sofocante, sin embargo fueron los negocios turbios con empresas petroquímicas, los contratistas y los saqueos constantes los que llevaron a la empresa con rumbo a la quiebra.

-El país según sus argumentos no tiene dinero para invertir en una refinería o en la reestructuración y la infraestructura necesaria, pero sin duda podemos comprar un avión presidencial y hacer un nuevo aeropuerto.

-En México se hace investigación del más alto nivel y por si no lo sabían nuestros queridos políticos, tenemos uno de los recursos humanos más valorado alrededor del mundo en el área de la ciencia y la investigación.

Pero si todo esto le parece poco debe saber que casi la mitad de los recursos que llegaban a su estado venían de PEMEX y en un ejemplo muy simplista, imagine que su familia durante generaciones ha tenido como medio de sustento una tortillería y usted de pronto contrata un administrador, después de unos años de malos manejos y robos por parte de nuestro encargado, nos convence de entregar nuestra tortillería a un tercero con la promesa de que el nuevo dueño nos dará un precio especial en las tortillas, el resultado es obvio verdad… Acabaremos despojados de nuestro negocio y pagando las tortillas al precio que mejor le parezca a los nuevos dueños, es aquí donde citare al intelectual: “¿Ustedes que harían?”, seguramente le parecería más sencillo haber corrido al administrador y tratar de salvar el negocio que por años significó el sustento familiar, pues permítame decir que no, no lo hicimos. Hemos entregado la petroquímica que significa por mucho un gran negocio, pues es la industria encargada de la transformación del petróleo, pero también hemos entregado el petróleo y el territorio nacional. No es ninguna exageración que en cualquier momento el estado pueda reclamar cualquier pedazo del país que signifique un interés para la explotación de combustibles ya sea para el  estado o para un tercero, es decir la expropiación para el beneficio de un particular, eso en palabras simples es un vulgar despojo.

Antes de que nos acaben por convencer de lo barata que es la gasolina en nuestro país a comparación de otros países y así nos conformemos con el consuelo del pendejo, me gustaría que pensara en que el costo de la gasolina es en promedio de $16.00 para la Magna y el salario mínimo diario en México es de 80.04, eso quiere decir que si en su familia cuentan con un auto que tiene un tanque de 40 litros se necesitan casi ocho días de trabajo para poder llenarlo; mientras tanto en nuestro vecino del norte el costo por litro ronda en los 70 centavos de dólar y el salario mínimo es de aproximadamente 80 dólares por día, eso quiere decir que para el mismo carro con un tanque de 40 litros usted necesita trabajar  dos horas y media.

 

Es más que tétrica esta situación verdad, pero eso no es todo, el famoso subsidio del que tanto se  ha hablado en los medios de comunicación es inexistente y le voy a explicar mi punto; Un subsidio es una forma de estimular o proteger el consumó que se hace de un producto y es contrario a los impuestos, es ridículo que se hable de un subsidio a la gasolina, cuando son impuestos  la mitad del precio que pagamos por cada litro del combustible, si así de triste, así de crudo. Y si usted cree que tener un carro es un lujo basta con decirle que una familia promedio de 4 integrantes viajando en transporte público pueden gastar en promedio $700 pesos a la semana.

Por otro lado el gobierno echó a andar la maquinaria del terror con actos en donde agentes activos en carros oficiales iniciaron saqueos y se encargaron de esparcir rumores; sobre todo en colonias con un nivel alto de marginación, Policía Federal, Ejercito y policías locales funcionaron como parte de esta actividad tan infame, como infame me resultó ver que lo que más se robó la turba eran pantallas de televisión y le digo que me parece en verdad patético pues es ese el aparato domesticador de consciencias y lavador de cerebros, sin embargo es un producto que en los hogares mexicanos se considera indispensable, por eso no me sorprende escuchar comentarios impresos en los cerebros por medio de la pantalla chica y que nuestros líderes de opinión sean personas como Chumel Torres o Andrea Legarreta.

Y  para terminar, siguiendo la costumbre del señor Enrique Peña Nieto, que pareciera ser asesorado por su peor enemigo, presenta el "Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar" que solamente por el nombre denota que es algo digno del sexenio actual, un programa de nombre rimbombante que seguramente no sirve para un carajo.

¿Qué tan inútil fue que la COPARMEX saliera a desairar públicamente al mandatario? tachando su acuerdo entre otras cosas de "carecer de metas claras y objetivos puntuales" y que "el Gobierno esté obligado a asumir compromisos específicos para mejorar el manejo del presupuesto". En realidad son precisamente dos cosas que han distinguido a este gobierno; la falta de rumbo y estrategia, además de su derroche y falta de transparencia. En fin un acuerdo que nació muerto y que sólo busca aminorar los ánimos de descontento popular, una vez más Peña nos muestra que es muy bueno para todo lo que no sirve y que la gente no es la única reclama el fin de su sexenio, al parecer el más interesado es él, gobernando con ocurrencias y sin fondo, si conociera la vergüenza este señor hace por lo menos un par de años se habría retirado de la política.

Después de todo lo anterior me gustaría preguntarle si es que en su interior se movió por lo menos un ápice de indignación o es que los estupefacientes electrónicos han realizado su trabajo.  

 

Permítame despedirme diciéndole que los gobernantes no pueden ser conminados a actuar de buena fe, pues es su mala fe la que los ha llevado a ocupar esos cargos, nadando entre podredumbre y tradiciones fétidas de partidos políticos, esta clase gobernante es un cáncer que se está comiendo al país  y se tiene que extirpar de raíz, si es que en verdad queremos un mejor lugar para vivir, si es que en un futuro queremos tener país.

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