
¡Malditos pobres!
Columna por Miguel Ángel Hernández
Pocas condiciones en este país condenan la vida de una persona al sufrimiento, tanto como la pobreza, nacer pobre significa una maldición casi imposible de vencer, en un país donde mas del 53% de ciudadanos se encuentran en la pobreza, este debería ser un tema prioritario en la agenda gubernamental; pero, y aunque parezca inhumano no lo es.
Cada día vemos expresiones de odio de clase, donde queda expuesta la repugnancia que causa ser pobre; desde los desafortunados comentarios de una Andrea Legarreta minimizando las repercusiones del precio del dólar, una Martha de Bayle aclarando que “su trabajo no es para jodidos”, la columna de un Nicolás Alvarado exponiendo su pensamiento clasista o un Chumel Torres que con sus constantes chistes denosta la condición desfavorecida y hasta las declaraciones de Rosario Robles y el número de hijos que se pueden tener o Luis Videgaray desestimando las consecuencias de la alza en la gasolina pues según sus palabras “La gasolina solo la consume aquel que tiene vehículo” acotando que los últimos dos citados eran en ese momento servidores públicos.
Dejemos de lado a los pobres y hablemos de la pobreza, la pobreza es una condición que no se elije y es casi imposible luchar contra ella, sobre todo porque no viene sola, se hace acompañar del hambre, la ignorancia, la injusticia, la desigualdad y de la indiferencia, la pobreza se hereda y se extiende cada vez más, provoca descomposición social a través de la frustración, las adicciones y la vulnerabilidad en la que deja a la juventus desfavorecida para ser presa del crimen organizado. Pero ¿dónde nace la pobreza? Ésta pregunta no es retorica, aunque la respuesta es compleja se puede resumir en tres palabras: “Modelo Económico Nacional”, nos embarcamos en un régimen tecnocrático, de acciones neoliberales y privilegios capitalistas, que en conjunto nos han convertido como país en una perfecta fabrica de pobres.
En días pasados Luis Videgaray dejó el gabinete, algunos reconocían su labor al frente de la Secretaria de Hacienda y otros menos pudorosos lo colocaron en el grado de mártir dentro del gabinete, además de catalogarlo como el hombre mas inteligente dentro del equipo presidencial. Desde mi punto de vista sólo la ultima es verdad, Videgaray es una mente brillante y su salida es por tanto un acto frio y calculado, sobre todo por darse a un par de días antes de la presentación del “Presupuesto 2017”. Algo se avecina y no es prospero se lo aseguro, con una deuda pública que se prevé al final del año en un máximo histórico con el 50.7% del PIB y una baja recaudación petrolera, las finanzas publicas pueden ser cualquier cosa menos sanas.

Los recortes y ajustes en lo presupuestado para el gasto 2017 dejan en claro que hay cosas importantes para este gobierno, pero no lo es la salud, ni la educación, ni la pobreza, seguimos manteniendo un aparato burocrático muy costoso y somos generadores de casi un tercio de los pobres en América Latina según cifras de la CEPAL, en pocas palabras se ha gastado más de lo que se tenía y nos han endeudado hasta el punto de hipotecar el futuro de este país, donde lo único realmente democrático que tenemos es la deuda con que nacemos por ser mexicanos.
Podemos seguir buscando mantener los índices macroeconómicos, aunque estos no signifiquen para nada la mejora en las condiciones financieras del pueblo en general, podemos seguir perdonando impuestos a los grandes empresarios, generando ricos muy ricos a costa de sus empleados muy humildes y continuar con el despilfarro del gobierno, cargando con la corrupción y el desfalco a altos niveles; podemos seguir generando pobres, pero tengamos en cuenta que hoy los pobres están a punto de ser la mayoría en este país y aunque sea por conveniencia vulgar, dejemos el odio de clase a un lado porque si su cuenta en el banco no es por lo menos de siete cifras y está en dólares, permítame informarle que ésta usted propenso a engrosar la lista de los malditos pobres.